Cómo los sesgos pueden alterar una cata sin que te des cuenta.

¿Sabías que los sesgos influyen en tus catas más de lo que crees?

Las catas alimentarias son una herramienta clave para evaluar la calidad, el sabor y las características sensoriales de los productos. Pero, ¿sabías que nuestras opiniones pueden estar influenciadas por algo más que nuestros sentidos? 🧐 Los sesgos cognitivos son un factor importante a tener en cuenta, ya que pueden afectar nuestra percepción de los alimentos sin que lo notemos.

Sesgos cognitivos

¿Qué es un sesgo cognitivo?

Un sesgo cognitivo es una tendencia subconsciente que nos lleva a interpretar la realidad de forma parcial o distorsionada. En el contexto de una cata alimentaria, esto puede influir en cómo valoramos un producto, desde el sabor hasta el aroma o incluso la textura. Pero, ¿cómo ocurre esto?

Tipos de sesgos más comunes en las catas alimentarias.

  1. Efecto halo: Este sesgo aparece cuando un solo aspecto positivo de un producto, como el envase o la marca, nos hace percibir el resto de características de manera más favorable. Por ejemplo, si una marca reconocida presenta un nuevo producto, es probable que lo valoremos mejor simplemente por esa asociación positiva.
  2. Sesgo de expectativa: Nuestras expectativas juegan un papel crucial en la forma en que experimentamos los alimentos. Si creemos que algo va a tener un sabor específico, es posible que busquemos esos matices de forma inconsciente y, en muchos casos, los percibamos, aunque no estén realmente presentes.
  3. Sesgo de confirmación: Este sesgo nos lleva a buscar y resaltar solo aquellos aspectos que confirman nuestras creencias previas. En una cata, esto significa que si ya tenemos una idea formada sobre un producto, nos enfocaremos en los detalles que refuercen esa opinión, ignorando aquellos que la contradigan.

Sesgos 3

Cómo minimizar los sesgos en una cata profesional.

En las catas profesionales, se emplean varias técnicas para reducir la influencia de estos sesgos y obtener resultados más objetivos:

  1. Cata a ciegas: Es la estrategia más conocida y efectiva para evitar influencias visuales o de marca. En este método, los catadores no tienen acceso a ninguna información sobre el producto, lo que les permite concentrarse únicamente en sus características sensoriales.
  2. Cata con muestreo codificado: Además de la cata a ciegas, se utiliza el muestreo codificado, donde cada producto recibe un código o número aleatorio para que los catadores no puedan identificar su procedencia. De este modo, se evita cualquier sesgo que pudiera surgir por el orden de presentación o por las expectativas.
  3. Catas monádicas: En este tipo de cata, los productos se evalúan uno a uno, sin comparación directa con otros. Esto reduce el sesgo de contraste, que ocurre cuando un producto es valorado en función de las diferencias con el anterior.
  4. Entrenamiento sensorial: Los catadores entrenados son más conscientes de los sesgos y pueden aprender a controlarlos. Un entrenamiento regular ayuda a desarrollar la capacidad de evaluar los productos de forma más objetiva, reconociendo y minimizando las influencias cognitivas.
  5. Paneles equilibrados: Es recomendable que los paneles sensoriales estén formados por un grupo diverso de catadores, en cuanto a edad, género, experiencias y formación. Esto ayuda a neutralizar los sesgos individuales y ofrecer una evaluación más representativa.

El desafío de ser objetivo en la evaluación sensorial

Aunque nunca podamos eliminar completamente los sesgos, ser conscientes de su existencia nos permite tomar decisiones más informadas y justas. En Mundo Sabor, apostamos por la ciencia sensorial para asegurar evaluaciones lo más imparciales posibles, porque creemos que cada sabor merece ser valorado por lo que es, y no por las expectativas que lo rodean.

Oct. 23, 2024 144 0

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